Exoesqueleto 1
Después de casi 10 años de dibujar exclusivamente en la computadora (directo sobre la Wacom, sin preservativo ni escaneos de ningún tipo), finalmente he vuelto a sucumbir al seductor canto de las sirenas analógicas.
Desde hace algunos meses he retomado el grafito y la pintura acrílica para desarrollar mi trabajo personal. Esto obedece sin duda a una necesidad de experimentación (de experimentar lo ya experimentado, si tal cosa tiene sentido) frente al relativo dominio de la técnica digital y un flujo de trabajo anclado en el software que comenzaba a tornarse jodidamente repetitivo e insatisfactorio.
Al reencuentro con el grafito se suma el reencuentro con el Painter 2018 (un programa de pintura digital que había abandonado desde hace más de una década) y el afortunado hallazgo de la poesía vital de Carlos Edmundo de Ory.
Esta primera parte del cómix Exoesqueleto es una especie de resumen de la reciente jornada de los dichosos encuentros y reencuentros.