En el origen de los tiempos, el espacio natural para las historietas de Buba fueron las revistas de carne y hueso: Histerietas, Gallito Cómic’s y La Mosca -entre las más destacadas- permitieron que el personaje se desarrollase con la regularidad y consistencia que sólo una publicación periódica sabe brindar. Con la muerte paulatina de la industria editorial, la desaparición de aquellos generosos espacios y el advenimiento de la era digital, la presencia de Buba ha quedado cada vez más a la deriva y se ha tornado tan accidentada como esporádica.
En este contexto no me queda más que hacer de mi propio anfitrión y fundar esta suerte de blog-revista-horfanato (me resisto a utilizar el término web cómic) para retomar la existencia consuetudinaria de la niña de la triste figura.
Aunque mi intención era publicar al menos una vez por semana la realidad opinó lo contrario, así que iré sumando nuevas publicaciones cada que mis condiciones laborales, económicas y creativas lo permitan.