Ya bien entrado el 2016 doy por inaugurado un blog cuya función es la de albergar cronológicamente los cómix (tiras, medias planas y -quizás- las páginas completas) de Buba. Una suerte de web cómic pero sin la ramplonería bobalicona (al menos eso espero) que suele ir asociada al grueso de los web cómics.

El sentimiento que acompaña a esta entrada inaugural es ambiguo. Por un lado me siento profundamente triste y dolido por mi actual situación afectiva y profesional. Por otra parte me siento muy contento de retomar al personaje, el formato y los cartones (otrora reales, hoy virtuales aunque no por ello menos reales) con los que comencé a curar mi neurosis juvenil hace más de veinte años. Aquellos cartones paticojos que me aliviaron de la muerte de Dios, de los desencuentros amorosos (humanos y caninos) y de la insoportable liviandad de sentirme como un adolecente afecto al grunge.

Así, aunque emocionalmente me sienta extraviado (vergonzantemente extraviado y miserable), confío en que cada nueva hstorieta-entrada de este blog me irá encaminando al universo personal y creativo en el que solía sentirme como en casa.

Quiero volver a casa. Quiero imaginar que nada de esto ha sido en vano.